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Taraxacum officinale, es el nombre científico del diente de león, conocido también como ‘amargón’ y ‘taraxacón’. Se trata de una planta de uso medicinal datada por primera vez entre los siglos X y XI. En aquel entonces, se descubrió que los médicos árabes usaban tal hierba con diversos fines medicinales.
Las propiedades beneficiosas para el hígado y el bazo fueron las primeras en evidenciarse empíricamente. Sin embargo, a lo largo del tiempo se ha ido demostrando que el diente león consta de propiedades diversas, entre las que destacan su actividad depurativa, laxante, antioxidante y mucho más.
Es una planta con facultades extraordinarias, que aunque ha estado presente en la medicina alternativa durante varios siglos, solo se tienen pocos ensayos científicos acerca de sus propiedades.
Aun así, a pesar de la falta de evidencia científica actual, el amargón figura entre las hierbas medicinales más importante para tratar patologías hepáticas. Esta característica la hace protagonista en personas con problemas en el hígado, desde la ictericia hasta problemas biliares.
En el post de hoy aprenderás todo lo que necesitas saber acerca del diente de león para su uso en la salud, sus propiedades, estudios y posibles contraindicaciones.
Muchos estudios científicos de esta planta son antiguos, llegando apenas a datarse algunos informes entre la década de los 30’ y los 60’. Esto ha derivado en la inexistencia de pruebas científicas que avalen la enorme cantidad de beneficios atribuidos al taraxacón por la medicina natural.
Entre los estudios que ha recaudado la ESCOP y que se han realizado con animales, se obtuvieron interesantes resultados de laboratorio. Y es que, la administración de diente de león por vías intravenosa e intraduodenal en perros y ratas respectivamente, provocó un aumento considerable en la producción de bilis. Esto denota ampliamente sus cualidades coleréticas.
Otro ensayo en ratas con hepatitis inducida indicó un resultado positivo en cuanto a la propiedad hepatoprotectora del diente de león. Se deduce que la causa de dicha mejora se debió a la disminución del estrés oxidativo en el hígado, entre otras posibles razones.
La mayoría de estudios comprobados científicamente se han llevado a cabo en animales, por lo que se desconocen todos los efectos que pueda tener en seres humanos. Esto de igual manera no evita que su uso para tratar diversos tipos de patologías se detenga, pues hay múltiples expertos en la medicina alternativa que recomiendan el amargón como antioxidante, anticancerígeno, colerético, diurético y más.
Son muchas las propiedades que se asocian al diente de león en la actualidad. Su uso como laxante, diurético y protector hepático son quizás los más destacables. Por estas razones, es ideal para personas con problemas de obesidad, diabetes y/o retención de líquidos, así como en pacientes que necesitan reducir los niveles de colesterol y aliviar el estreñimiento.
El amargón también ha demostrado eficacia para mejorar la salud ocular. Debido a que posee luteína y zeaxantina, se recomienda el uso de esta hierba para evitar la aparición de cataratas y degeneración macular. Es por ello que muchas personas con problemas de visión lo toman con asiduidad en infusiones especialmente.
No obstante, el mayor beneficiado por el diente de león en nuestro organismo es el hígado. Tal y como ya mencionamos, funciona como agente hepatoprotector. Su eficacia puede ponerse a prueba en personas con hígado graso, hepatitis y otras patologías hepáticas. La razón de esto yace en que provoca un incremento de producción biliar y a su vez, purifica la sangre del cuerpo.
Algunos estudios han demostrado ciertas propiedades dermatológicas, así como algunos beneficios que podrían ayudar en la prevención contra la anemia. Otros arrojan incluso aptitudes para fortalecer los huesos, por el hecho de contener calcio, vitamina C y luteolina. Ambos elementos son antioxidantes que pueden frenar el deterioro del sistema óseo.
Hasta la fecha no se han determinado efectos secundarios en la ingesta de diente de león. Se estima que puede ingerirse a través de infusiones y otros medicamentos naturales sin riesgo alguna, a excepción de reacciones alérgicas.
En caso de estar pasando por una etapa de embarazo o lactancia, es preferible que consulte antes a su médico. Solo un profesional de la salud puede autorizar el uso de esta hierba medicinal en este tipo de casos puntuales.
A pesar de que se desconocen efectos colaterales del diente de león, se recomienda consumirlo en pequeñas dosis. Puede pedir a un médico naturista que le recete una medicación adecuada o seguir las indicaciones de la etiqueta del producto. Debe cerciorarse de que el producto esté certificado por todos los organismos de regulación y control exigidos al momento de comprarlo.
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