Lavanda, Todo lo que Necesitas para Relajarte

by Dariana Rivera

Lavanda: Sus propiedades, usos y contraindicaciones

Originaria del Mediterráneo, la planta de la que hablaremos a continuación posee uno de los aromas florales más dulces y sugestivos que se conoce, así como un color celeste lila exclusivo.

Una planta que florece en verano y que contiene múltiples propiedades para la salud, pudiendo funcionar como: diurético, antiinflamatorio, sedante, antiséptico, cicatrizante y más.

Sin dudas, la lavanda officinalis es una de las plantas más reconocidas en el mundo por su maravilloso aroma, color y beneficios medicinales.

Se trata de una hierba con diversas cualidades que además de ser usada en infusiones y suplementos herbarios, se utiliza en la aromaterapia, con propiedades que podrían reducir los niveles de demencia y por supuesto, estrés y ansiedad.

Fue utilizada como calmante en los tiempos de la Antigua Roma, específicamente para realizar baños que ayudarán a disminuir la fatiga y el estrés. Actualmente también se usa con dichos fines, aunque por supuesto, la gama de beneficios se ha vuelto mucho más extensa.

Lavanda: ¿Qué sabemos realmente?

La lavanda es conocida por ofrecer gran variedad de beneficios para la salud. Sin embargo, esta hierba no ha sido sometida a estudios científicos exhaustivos que validen sus propiedades meticulosamente.

El Comité de Medicamentos con base en Plantas (HMPC) indica que “aunque no existan pruebas suficientes procedentes de ensayos clínicos, la eficacia de estos medicamentos a base de plantas es plausible”. Además, agrega que  “existe información sobre su utilización de un modo seguro en esta indicación durante al menos 30 años”.

Esto quiere decir que aunque no se tengan estudios como avales, su uso ha sido positivo para tratar diversos síntomas y patologías, sin arrojar efectos que puedan ser perjudiciales para la salud, a excepción de casos alérgicos poco probables.

El HMPC también concluye que el uso de la lavanda puede ser ideal para ayudar a conciliar el sueño, atenuar los problemas de estrés leve y agotamiento corporal. Recomienda su consumo únicamente en adultos y en niños mayores de 12 años, aunque tampoco hay datos que comprueben adversidades en niños por debajo de la ya mencionada edad.  

En cuanto a su aroma, un estudio bastante breve acerca de la lavanda publicado por EBSCO informa que ésta puede aliviar los síntomas de demencia en una medida considerable.

El aroma del aceite esencial de lavanda fue segregado en un salón con 15 personas con demencia sin que éstas tuviesen conciencia del experimento. El resultado fue un comportamiento más calmado, con menos agitación en general.

¿Para qué se utiliza la lavanda?

La lavanda tiene propiedades sedantes, ello le permite ser utilizada como ayuda para conciliar el sueño. Actúa como calmante en el sistema nervioso central, por lo que puede atenuar dolores corporales leves.

Es usada también como antiinflamatorio en ligeras lesiones musculares, así como cicatrizante para heridas sobre la piel.

Su aroma mejora el estado de ánimo y reduce los niveles livianos de estrés y ansiedad. Por otro lado, la lavanda incorpora propiedades antioxidantes, que ayudarán a consumar una buena digestión.

Es aconsejable dispersar fragancias de aceite esencial de lavanda en espacios para el descanso y la tranquilidad, como en dormitorios, baños y salas de estar. Esto causará un efecto calmante que beneficiará a todo aquel que desee relajación y privacidad luego de un duro día de trabajo o estudio.

Entre otras propiedades, esta hierba contiene características antivíricas y antibacterianas. Se puede hacer uso de ésta para patologías como la gripe, bronquitis y el resfriado común, siempre y cuando se mantengan los cuidados básicos.

Debido a sus aptitudes diuréticas, el uso de la lavanda en infusiones puede ayudar a regular la tensión arterial, atenuando eventos de hipertensión. Aunque, es aconsejable que asista a su médico cardiólogo de confianza antes de proceder a utilizarse con este fin.

Contraindicaciones de la lavanda

Así como ocurre con la gran mayoría de aceites esenciales, la lavanda puede ser alérgica para algunas personas. Estos cuadros alérgicos son poco comunes, por lo que se recomienda solo optar por su uso externo, que no ha demostrado efectos adversos hasta el momento.

Según el fitoterapeuta y especialista en aceites esenciales Raúl Manisse, debe evitarse la lavanda para tratar enfermedades como la hepatitis, epilepsia y cirrosis. En estos casos, se podrían producir efectos perjudiciales, aunque la documentación es mínima.

Es importante aclarar que no existe una dosis máxima segura establecida para el consumo de lavanda. De hecho, no se conoce un posible efecto adverso en mujeres embarazadas o en períodos de lactancia, así como tampoco en niños. Para tener mayor seguridad en dichos casos es preferible acudir primero al médico y consultarlo. No obstante, si usted está fuera de susodichas circunstancias, simplemente intente seguir la dosis recomendada por la etiqueta del producto.

Referencias

Comité de Medicamentos a base de Plantas. (2012). Europa. Recuperado el 10 de Septiembre de 2020, de Europa: https://www.ema.europa.eu/en/documents/herbal-summary/lavender-oil-summary-public_es.pdf

EBSCO. (Agosto de 2013). Epnet. Recuperado el 10 de Septiembre de 2020, de Epnet: http://therapy.epnet.com/nat/GetContent.asp?siteid=EBSCO&chunkiid=247773

Menisse, R. (6 de Enero de 2019). Ecocosas. Recuperado el 10 de Septiembre de 2020, de Ecososas: https://ecocosas.com/plantas-medicinales/lavanda/
BACK TO TOP