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Las plantas o hierbas medicinales gracias a sus completas propiedades benéficas para el organismo, resultan bastante útiles para el tratamiento de uno de los problemas metabólicos más frecuentes y peligrosos para la salud: la diabetes.
Cada vez más personas acuden a las hierbas medicinales para la prevención y tratamiento de patologías crónicas como la diabetes. ¿La causa? Que estos tratamientos terapéuticos no poseen riesgos secundarios si son administrados correctamente por un profesional de la salud.
Entonces, ¿de qué plantas medicinales estamos hablando? ¡Vamos por ello! Aunque antes, te explicamos un poco acerca de cómo afecta esta enfermedad a nuestro cuerpo.
La diabetes es una enfermedad de características metabólicas, en la que se detecta comúnmente un déficit parcial de la producción de insulina por parte del páncreas, posibilitando una acumulación de glucosa en la sangre.
Existen 2 tipos de diabetes: Tipo 1 y Tipo 2
Empieza su desarrollo cuando el sistema inmunológico se activa en contra de las células pancreáticas encargadas de producir la insulina. Al atacarlas las destruye, y de esta forma, el cuerpo produce una cantidad casi nula de insulina.
Generalmente ocurre cuando el páncreas si puede producir insulina, pero el organismo no responde adecuadamente a la presencia de esta hormona en la sangre, lo que representa disfuncionalidad. Esto hace que el páncreas funcione al doble para poder nivelar la glucosa, pero el exceso de actividad del páncreas podría provocar daños irreversibles.
En ambos casos, aunque de distinto modo, se acumula la glucosa en la sangre produciendo diabetes y episodios de hiperglucemia.
Consideramos sumamente importante tener en cuenta que estas plantas no sustituyen las dosis de insulina ni curan la diabetes. Solo cuentan con beneficiosos efectos para el control del nivel glucémico en sangre, ayudando a reducir la cantidad de insulina inoculada usualmente.
Las hierbas medicinales con mayor influencia en el tratamiento de la diabetes son las siguientes:
La cúrcuma es una planta que comúnmente crece en Asia y Centroamérica. Según el Centro de Investigación de Diabetes y Endocrinología de Estados Unidos, la raíz de cúrcuma revierte la mayoría de los trastornos inflamatorios y metabólicos asociados con la obesidad, además de mejorar el control glucémico.
La graviola o guanábana se le llama al fruto de la Annona Muricata, un árbol de hoja ancha proveniente de las regiones tropicales de las Américas y el Caribe.
El uso de la graviola y sus propiedades para el control de la glicemia en sangre resulta positivo gracias a sus flavonoides y alcaloides, principales componentes esta planta, encargados de actuar sobre los factores que influyen en el descontrol del nivel glucémico.
Es una planta perteneciente a la familia Meliaceae, originaria de la India; sus condiciones solo le permiten vivir en regiones tropicales y subtropicales. El extracto de Neem disminuye significativamente el nivel de glucosa en sangre, previniendo excesos de adrenalina e hiperglucemia.
Las plantas medicinales para el tratamiento de la diabetes son originarias comúnmente de Asia, Europa y Centroamérica, aunque pueden ser adquiridas comercialmente con facilidad en cualquier mercado del mundo. Sugerimos contar con la información necesaria para el uso de estas plantas, aunque recordando siempre que la dosis y la frecuencia de las ingestas las indica un profesional de la salud.