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Las hierbas medicinales son plantas usadas como medicamento alternativo para diversos fines como:
Las hierbas no suelen estar reguladas ni aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Aunque, esto no significa que exista ausencia de estudios clínicos y científicos que demuestren sus propiedades para favorecer nuestra salud.
Sin embargo, al igual que la ingesta de alimentos y medicamentos convencionales, debe existir un control para consumir plantas medicinales, sin importar el beneficio que se quiera conseguir.
Aunque los efectos secundarios sean de baja gravedad para la salud, también los podemos sufrir en caso de un uso desmedido sin supervisión profesional.
Muchas plantas medicinales las consumimos diariamente con alimentos, suplementos o infusiones de té. Hierbas como el ajo, la albahaca, el romero, la cúrcuma y muchas otras más, son bastante consumidas en la gastronomía occidental, lo que ayuda considerablemente a mantener un organismo alcalino y saludable.
Las hierbas medicinales también pueden consumirse en aceites, cápsulas o aplicarse en bálsamos y otras presentaciones.
Desde pequeños hemos sido testigos del poder de las plantas medicinales.
Cuando sufríamos una herida en la piel, la sábila siempre era la primera opción para proteger la herida y ayudar en su cicatrización.
Cuando tenía problemas para dormir, la raíz de valeriana ayudaba a que el sueño no tardase tanto en finalizar mi día.
Cuando me dolía la garganta por un día previo lleno de euforia, gritos y llantos, el jengibre aliviaba el dolor y recuperaba mis cuerdas vocales para el siguiente día.
Cuando tenía alguna encía rota o vejiga en la boca, unos buches con infusión de manzanilla parecían ser mágicos para aliviar el dolor y cicatrizarla.
Cuando tenía gripe, el aceite de ratero me ayudaba a recuperar mis energías y mi bienestar general.
En pocas palabras, el poder de las plantas medicinales es algo de lo que ya tenemos conocimiento, pero… ¿hasta dónde puede llegar esta expectativa? ¿El poder que éstas contemplan va hasta los ejemplos previamente expuestos?
Por suerte, mientras más crecemos y crecen las investigaciones sobre estas hierbas, podemos comprender ciertos beneficios más profundos, que van desde ayudar a controlar los síntomas de enfermedades crónicas como: diabetes, cáncer, esclerosis múltiple, Alzheimer, epilepsia y más.
Hablaremos un poco más de esto en la entrega de la próxima semana, ¡ATENTOS! Si estás viendo esto semanas después de la publicación, ve la segunda parte haciendo click aquí.
